
Llegamos en bus a Copacabana, en el camino conocimos a los que serían nuestros compañeros de viaje por cuatro días más, Martha y Louisse, franceses que hablaban estupendamente español, por suerte para nosotros.
Teníamos pensado ir al Hostal Sonia que nos habían recomendado unos chicos de Australia, en El Cusco, y justo nuestros amigos franceses también, así que según bajamos del “colectivo” autocar en castellano, subimos a un taxi que nos lleva gratis al hostal, y allí mismo dejamos las mochilas gratis también para irnos a la isla del Sol en una hora que sale el barco, a cambio de que cuando volvamos nos alojemos al menso una noche en el hostal.
Nosotros llevamos siempre en la mochila pequeña una “muda” como dice mi abuela, de emergencia, así que con eso y el neceser es suficiente para pasar una noche en la Isla del Sol, así que agarramos los tickets y al baro. Así sin pensar.

Llegamos al norte de la Isla y tenemos que tomar una decisión rápidamente, o nos quedamos a dormir aquí o nos vamos al sur, son 3h de caminata, son casi las 15:30 y tenemos como referencia que en Puno anochece a las 17:30
Si nos vamos al Sur, primero tendríamos que visitar unas ruinas incas, que son las más importante que tenemos que ver ya que dicen que ahí fue el origen del Imperio Inca, y después caminar las tres horas para llegar al sur, y todo esto lograrlo antes de que anochezca.
O quedarnos en el Norte y ver tranquilamente las ruinas y mañana por la mañana, muy temprano hacer el caminito hasta el sur, para tomar el barco a Copacabana a las 10:30 am

¿Qué hacemos? Lo menos fácil, nos vamos al Sur, del tirón, preguntamos y nos dicen que aquí anochece a las 18:30, que nos da tiempo…VAMOS PARA ALLÁ.
La altitud nos juega una mala pasada, caminamos por la arena de la “playa” y las piernas pesan toneladas, pero tenemos que acelerar porque si no no llegamos.

El sol está a nuestra espalda, parece que nos va escoltando todo el camino, miramos atrás para comprobar que aún le quedan unas horas de vida, y a nosotros una tregua para llegar al sur.
Casi como sincronizados llegamos al primer alojamiento del sur y el sol nos deja, le damos las gracias al Inti (el sol Inca) por habernos permitido llegar hasta aquí con su luz.El alojamiento nos sale tres veces más caro que sin os hubiésemos quedado en el norte, y como siempre con carencias, muchas, pero te cobran por las vistas que tienes, saben muy bien lo que tiene y que tiene que pedir más, lo de calidad-precio, eso es otra película. Nos queda el dinero justo para el barco, 30 soles.

Llegamos al puerto y ¡sorpresa! El boleto para Copacabana cuesto 20 soles por persona, tenemos dos alternativas, una es esperar que nuestros amigos franceses que se quedaron en el norte lleguen a tiempo y nos presten 10 soles, y la otra pedirles que nos lleven y pagar cuando lleguemos.
Intentamos lo de lloriquear primero, cuatro barqueros que nos miran con desconfianza, nos dicen que este barco es solo de turistas y por eso cuesta 20 soles, que el colectivo salió a las 9 de la mañana…ya no hay alternativa.

Nuestra negociación no es negociación es un ultimátum a los barqueros, que flipan, claro, les decimos ¡¡ESTO ES LO QUE HAY!!! Nos dijeron que el boleto costaba 15 soles por persona, y no tenemos más dinero, así que…y coló, a cambio de palabras textuales de ellos: “tener la boca cerrada” que ningún turista se entere, claro, claro, nada, nosotros tumbas.
Nos reencontramos con nuestros amigos franceses y retornamos a Copacabana.
Y poco más queda por ver en Copacabana.
Así que otro bus, esta vez a La Paz, el sistema de venta de billetes es extraño y no muy efectivo como comprobamos después.
En el hostal vende los billetes mediante un proceso riguroso, ejem!! En un talonario anotan que compras dos billetes a Copacabana, igual que te venden los del barco o una excursión, también lo puedes comprar en las agencias de viajes, pero con el mismo sistema. Durante todo el día me pregunto, que criterio llevan para vender los billetes, venden sin fin? …Pues SI!!!
Cuando subimos al bus, que somos los últimos con la tranquilidad que caracteriza a Javier, …si no se va a air sin ti, tranquila, si tiene su sitio…JA!! no hay sitio, se pasaron de vender billetes.. El tipo le dice a Javier que él puede ir sentado con el conductor, delante y yo…pues me busco un lugar por ahí.
JAVIER: eeeh! Pues casi que no.Tipo: si ahí se va cómodo
JAVIER: mmm, pues va a ser que no.
Todo esto de pies, todo el bus lleno mirándonos…al final un señor de última fila se levanta y ocupo su sitio, el se pone con el conductor, cuando ocupo su lugar entiendo porque se ha cambiado tan rapidillo, mi compañero de asiento es el increíble Hulk, ocupa los suyo, lo mío y parte de otro.
Javier se sienta en la primera fila.
En el camino vemos un tornado, es alucinante, pero…yo lo veo pero la cámara la tiene Javier, y Javier se ha dormido y está 40 filas más adelante…así que no hay testigo fotográfico del acontecimiento.
Empezamos a ver La Paz media hora antes de llegar, es inmensa, alucinante, casas, más casas, más casas…Según vamos llegando se percibe el caos, ruido, contaminación, coches por todas partes, sin orden, sin ley.
Vamos con Martha y Louisse a buscar hostel, en el primero que entramos nos quedamos, no queremos andar más con las mochilas, es difícil caminar por estas calles y además no queremos perder más tiempo.
Estamos en La Paz.
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