31 de Octubre 2011
Llegamos a Ushuaia a las 12:30 ama, nos vamos directos a la Posada del Fin del Mundo, un nombre con encanto para un lugar austral.
Este lugar nos lo recomendó una chica que conocimos en Salta que estaba haciendo el mismo viaje que nosotros pero en el sentido contrario y nos cruzamos allí.Desde luego la recomendación mereció la pena, sobre todo al haber comparado con otros lugares, el precio tal vez algo exagerado ya que no deja de ser una casa rural, cuidada y con una atención excelente, pero no es un hotel de cinco estrellas, y hasta ahora es el lugar más caro en el que hemos dormido, pero enseguida descubrimos que aquí todo tiene un plus por “fin del mundo” han explotado hasta la saciedad su situación geográfica.
No podemos perder tiempo, llegamos, nos instalamos a toda velocidad y nos vamos al puerto a ver si sale alguna navegación hacia la pingüinera esta tarde. Hay una salida a las 15:00 tenemos tiempo justo de comer, empanada de centolla, no hay que perderse la centolla en toda la Patagonia es el plato estrella.
Comemos y nos vamos al puerto. Nuestra navegación irá hasta el faro, y otras islas en las que veremos lobos marinos, cormoranes y pingüinos, todo esto si el tiempo lo permite y los animalitos quieren salir para la función de la tarde, porque esto no depende de los “tour-operator”, que te repiten que todo “puede ser” nadie se compromete a que verás cinco, uno o ningún animalito.
Hace mucho frío fuera del barco, pero hemos venido al fin del mundo a pasar frío, no?
Vemos lobos/leones marinos, cormoranes, parece que hoy han querido salir para los turistas, y tras una hora más de navegación llegamos a la pingüinera, no hay muchos pingüinos, pero suficientes para quitarnos el gusanillo que nos quedó en Galápagos.
Nos dicen que están en época de buscar pareja, así que no podemos acercarnos mucho…menos mal, porque no sé qué hubiera pasado si podemos acercarnos más. EL barco se mete tanto tanto en la arena que encalla, pobres animalitos. Y eso que hemos elegido la excursión sin desembarco en la pingüinera, porque nos parece una salvajada llegar a pisotear el hábitat de estos animales que están en el fin del mundo tan agusto y tiene que llegar el hombre con sus botazas de treking y su traje de expedición que se compró en el Decatlón para la ocasión a fastidiar su buen rollo y sobre todo en una época tan delicada, la búsqueda de pareja, que eso no es fácil para los pingüinos ni para nadie.
Finalmente y a pesar de nos e la mejor época para ver pingüinos, pudimos ver algunos.
Pasamos mucho frío en la cubierta del barco, y cuando se empieza a retirar la reacción de los pingüinos fue lo más divertido, porque según se aleja el barco, ellos se dan la vuelta y empiezan a caminar hacia el interior del islote, “vamos chicos, la función de la tarde se ha terminando, vamos dentro que aquí hace un frío que pela” Bueno no fueron sus palabras pero nosotros lo imaginamos así.
De vuelta a la Isla Grande, tomamos un café caliente, que ya refresca bastante, y cenamos en la calle San Martín.Aquí termina nuestro primer día de Ushuaia.
El segundo día vamos a visitar el parque nacional. Una vez más caemos en la trampa de las agencias, como ya hemos dicho en esta parte del viaje vamos acompañados y además solo tenemos dos días en Ushuaia, no podemos perder tiempo y optamos hacer las excursiones que nos proponen, a pesar de ser conscientes de que la mayoría de las veces son un engaño.
La del Parque Nacional…….no es una excepción. Nos buscan temprano en la Posada, y en un micro bastante destartalado pasamos a buscar al resto de turistas, lo que nos demora más de 40 minutos, una vez en marcha la guía nos cuenta lo que vamos a ver, sin mucho detalle y nos habla por encima de la flora que veremos y fauna, que nunca vimos.
Hacemos una primera parada en la estación del Tren del Fin del mundo, el viajecito en el tre cuesta 150 pesos, dura unos 30 minutos, hay que pagar en efectivo, y si quieres pagar en Euros o Dólares el cambio es pésimo.
Nosotros no haremos este viajecito, pero aun así hay que comprar la entrada al parque que cuesta 100 pesos y se aplica la misma norma, no credit card y el cambio pésimo. Esto no lo avisan en las agencias hay que tener siempre previsto el dinero de las entradas a los parques que a diferencia del treno de visitas alternativas a cuevas o museos en otros recorridos, la del Parque es Obligatoria y nunca te avisan!!! o al menso no te informan correctamente, si por suerte te avisan en la agencia te dirán que puedes pagar con tarjeta, o que el precio es menor…”mentiras de nuevo”
Nosotros no haremos este viajecito, pero aun así hay que comprar la entrada al parque que cuesta 100 pesos y se aplica la misma norma, no credit card y el cambio pésimo. Esto no lo avisan en las agencias hay que tener siempre previsto el dinero de las entradas a los parques que a diferencia del treno de visitas alternativas a cuevas o museos en otros recorridos, la del Parque es Obligatoria y nunca te avisan!!! o al menso no te informan correctamente, si por suerte te avisan en la agencia te dirán que puedes pagar con tarjeta, o que el precio es menor…”mentiras de nuevo”
Pagamos, con un cambio pésimo, y continuamos el tour por el parque que consiste en dos paradas más, una para esperar a los que han hecho el viajecito del tren, 8km más adelante y la segunda para “la caminata” agotadora de 15 min por unas pasarelas de madera para ver…nada nuevo.
El trabajo de la guía consistió en repetirnos una y otra vez que había dos clases de arbustos que no se debían confundir, nos lo contó antes de la caminata, durante la caminata e incluso después en el micro, so unas hojas que arrancó de los arbustos para que viéramos la diferencia con a tención…la diferencia era apenas perceptible, a sus propios ojos, a los nuestros eran como un olivo y un castaño.
Y castaña la que nos dio con las hojas, jajaja, que gracioso soy!!!Después de comer fuimos ver el “glaciar” oootra mentira, “ustedes se toman un taxi, se demora unos 10 minutos y suben a un cerrito, desde allí ya ven el glaciar” …solo era verdad lo del taxi y los diez minutos, el cerrito era como subir el puerto de los Leones, y solo tras unas tres horas de subida sin piedad y sin expectativas de llegar a ninguna parte puede alcanzar a ver la nieve, nada de glaciar!!1
Pero POR QUÉ??? Porqué tienen que estar mintiendo todo el santo día!!!Ya se termia nuestra etapa de Argentina, y se acerca el fina de nuestros días acompañados y de vida de reyes.
La última jugada nos la hacen los de Aerolíneas Argentinas, y no es la primera, si alguna vez voláis con ellos aseguraros de confirmar vuestro vuelo, aunque eso no asegura nada. El vuelo de nuestros papis sale a las 14:50…confirmamos y …nooo sale a las 12:30, vamos vamos!! nos vamos rápido al aeropuerto, una vez allí, cambian de nuevo el vuelo y tiene que embarcar nada más llegar, han adelantado el vuelo una hora más…suponemos que la mayoría de la gente no se ha enterado de esto, es un desastre.
Finalmente salen a las 13:00…
Nos quedamos solos en la Isla y sentimos mucha morriñas así que preferimos irnos nosotros también ya no queda mucho que hacer y por tonto que parezca, estar allí sin ellos nos pone tristes.
Buscamos un hostel, ya que la subvención se terminó y ahora que volver a “real life” hay muchos en Ushuaia, pero calidad-precio deja mucho que desear, bueno y la calidad sola también deja que desear.
Finalmente encontramos uno, solo estaremos una noche, así que listo, vamos a buscar un bus y por fin pasamos al otro lado, nos vamos a Chile, Punta Arenas. El bus sale a las 8 am, cuesta 250 pesos argentinos, dura unas 12 horas, no dan comida.
Cruzaremos el estrecho de Magallanes y estaremos en Chile.
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