Con la muerte en los talones…
Mi madre que calor… allá vamos, sin agua y sin gasolina, unos suicidas, porque nos han avisado que no hay gasolineras hasta muy dentro del valle, pero no tenemos otra opción…
Este lugar recibe su nombre por todos los que murieron intentando cruzarlo en busca de zonas acuíferas y otros en busca de minas de oro, plata, etc.Un lago que se secó ha dejado un enorme salar, a 85.5m por debajo del nivel del mar, la temperatura es sofocante, el viento nos quema los ojos y la nariz, cuesta respirar. Caminamos sobre la sal, que si la cogemos y frotamos en las manos vemos que conserva la humedad, y está fresca, quien lo diría.
Recorremos todo el valle de la Muerte, bajando del coche en los puntos señalados de más interés, fuera no sudamos, pero cuando entramos en el coche parece que vamos a explotar, empezamos a sudar, Iñaki se desintegra, como en China, le caen gotas de la correa del reloj, jajaja, los demás estamos igual.
Ha sido espectacular, aunque conducir durante tres horas pro esta carretera con tanto sol y tanta recta es muy pesado.
Nuestro próximo destino es Sequoia National Park, aunque en el mapa parece cerca, hay que bajar mucho para poder entrar en el parque, así que nos toca hacer noche a mitad del camino, buscamos en el GPS en motel Súper 8 más próximo, Bakersfield es el destino elegido.